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Profesional en lenguas extranjeras e Intérprete simultáneo, con especialización en pedagogía de la lengua y la literatura; emprendedor con habilidades para trabajar en equipo y facilidad para interrelacionar con los demás. Destacado por ser responsable, alegre y motivado con las tareas a desarrollar, especialmente con la pedagogía de las lenguas. Carácter dinámico y entusiasta. Capacidad de liderazgo en equipos multidisciplinares. Completo dominio de programas informáticos.

lunes, 11 de julio de 2016

INVESTIGACION-INTRODUCTORIO


¿Que significa investigar?

Investigar es una actividad natural del ser humano.

La investigación como tal surge de la necesidad propia del hombre de preguntar ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?, en fin, de responder todos los cuestionamientos acerca de el, de su vida y de su medio.

No siempre la investigación fue la respuesta a esas preguntas. En la antiguedad, la humanidad solía dar respuestas a esas preguntas por medio de sus creencias y suposiciones.
Es entonces que surge la ciencia, y con ella, el conocimiento fundamentado (podría sonar a pleonasmo, ya que está es una característica necesaria en lo que llamamos conocimiento)
Para poder comprobar la veracidad de lo que se supone o se cree, el ser humano crea un sistema de ideas y métodos qué trabajan interactuando de forma lógica: "la investigación"
Investigar es, por tanto, una actividad propia del ser humano, que tiene como objetivo conocer la verdad de las cosas. Para investigar se requiere de un PROCESO, inserto en un sistema de creencias e ideas, que me lleve a comprobar o describir esa realidad o fenómeno del cual quiero apropiarme intelectualmente, al cual quiero conocer.

Analicen la siguiente presentación que explica un poco más lo que es este Proceso de Investigación Científica (PIC)

Paradigmas Cualitativo y Cuantitativo en Investigación

Un paradigma es un sistema de creencias que nos hacen ver el mundo como lo vemos.

Un paradigma nos hace entender al mundo con una lógica específica, y en base a esa lógica es que interactuamos con él.

Un ejemplo muy sencillo. Imaginense a ustedes mismos como nativos Americanos antes de la llegada de los españoles. Está lloviendo y de pronto cae un rayo en su casa que esta en medio de un campo abierto ¿Qué explicación le darían al suceso?

Probablemente podrían atribuirlo al castigo de algún Dios, dado que su lógica de pensamiento de lo que era el mundo, del porque pasaban las cosas, atribuía a los dioses la resposabilidad y el destino de lo que sucedía en su mundo.
Otro ejemplo, la visión paradigmática de un ateo es: 
1. No creer en la existencia de un dios.
2. Atribuir a causas naturales y físicas cualquier fenómeno que ocurra.
3. Creer en lo que ve y en lo que tiene pruebas.

Desde esta manera opera un ateo, no va a misa, no cree en milagros y por lo tanto no reza ni espera que un ser mágico o divino le solucione la vida, este sistema de creencias le permite interpretar su realidad, de tal manera que si alguien padece una enfermedad mortal y se alivia, el no va a creer que fue un milagro, sino que situaciones naturales causaron esa modificación del estado de salud.

Les envio este video que explica un poco más lo que es un paradigma. ver video https://www.youtube.com/watch?v=3FVhJVWej9E

Ahora bien, el ser humano a tratado de conocer que es el mundo y lo que pasa en el a lo largo de la historia.

¿Como ha tratado de conocerlo? primero a partir de sus propias lógicas (o paradigmas)sin algún sustento más allá de sus propias creencias.

Posteriormente lo hizo a través de la ciencia.

La ciencia es pues una forma que encontró la humanidad para comprender y conocer su mundo, de una manera objetiva liberada de la creencia y fundamentada en la realidad, ya que entendió que para poder compartir lo que conocía y para que este conocimiento fuera válido para todos, tenía que buscar las formas de que este pudiera ser verdadero.

Para que poder dar este carácter de verdadero al conocimiento, se hizo necesario crear las formas para conocer la veracidad de las creencias humanas, así surge la investigación.

Pero la investigación, como todo proceso intelectual humano, esta sujeta a paradigmas. De manera específica, son dos los paradigmas que han prevalecido en la investigación: el cuantitativo y el cualitativo.

El primer paradigma surgido para realizar la investigación es conocido como cuantitativo. Este paradigma surge en un mundo que entendía la realidad bajo las siguientes premisas:

1.- El mundo es inmutable, no cambia.
2.- Las cosas existen por si mismas independientmente del hombre.
3.- No es posible que existan varias verdades para un solo fenómeno. 
4.- Solo lo objetivo, esto es, lo que el objeto de conocimiento es, es real. Cualquier modificación del objeto, hecho por las creencias del sujeto, falsean la realidad.

Si se fijan, este planteamiento presenta una serie de "verdades" ( faltan más, no son todas) que hacen que el hombre interaccione con la realidad y de manera especial, el investigador.

Un investigador con este paradigma considera a la realidad como algo cuantificable, generalizable. No ve en el contexto un elemento que pueda determinar la modificación en la comprensión y explicación de un fenómeno.

El sistema de creencias de este investigador forma el paradigma.
Pero según Khun, un paradigma tiene como "vecino" a otro paradigma. Esto es siempre un paradigma es sustituído por otro paradigma.
Y esto está pasando con el paradigma cuantitativo en investigación, sobre todo en los fenómenos sociales, como los psicológicos.

El paradigma cualitativo, es un paradigma emergente en investigación que tiene varias premisas como:
1. El mundo es mutable, se adapta y cambia junto con la realidad.
2. EL mundo existe pero el ser humano lo modifica con su acción. En la configuración de la realidad interviene la interpretación del sujeto que la investiga.
3. No existen verdades únicas. Los fenómenos son modificados por el contexto.
4. El conocimiento es objetivo, para llegar a la verdad es necesario considerar las modificaciones que el sujeto hace al interpretar y dar significado a la realidad.

Desde esta perspectiva, el investigador cualitativo trata de reconocer en la realidad, aquellas cosas que el hombre interpreta para evitar que dicha realidad sea modificada por el sujeto que la investiga.

A continuación les mando este link donde se explica un poco más lo que implican ambos modelos: cualitativo y cuantitativo. orientado a la investigación educativa pero aplica igual.

Responder las siguentes preguntas


1-¿Que entiendes por investigación?
2-¿Que es paradigma cualitativo?
3-¿Que es paradigma cuantitativo?
4-¿cComo influye la investigacion en la educación?




INVESTIGACION- 1 SEM PFC 03


¿PARA QUE INVESTIGAR?

Esta breve introducción, de carácter problematizador, no es una presentación del contenido de los artículos, sino una construcción que pretende mostrar a los lectores interesados en la investigación cómo construir un marco teórico utilizando a los autores y suscitar el interés por el estudio de los trabajos que despejan el camino acerca de lo que es la investigación y de la necesidad de ésta para la recuperación, actualización y descubrimiento del conocimiento que permita su apropiación, en tanto capital cultural incorporado, en el sentido que da Bourdieu. Corresponde a cada autor la responsabilidad de sus afirmaciones, así como a nosotros lo que hemos escrito en este espacio. El arte de investigar constituye un axioma1 particularmente enigmático en el sentido que no se ve la evidencia de la afirmación, sino que requiere una argumentación para hacernos ver su verdad desde el punto de vista epistemológico. Esto nos lleva a preguntarnos si investigar es un quehacer científico o una expresión artística del investigador, o bien una manera técnica de acercarse a la realidad de las cosas, los hechos sociales y los eventos históricos.

¿El crear conocimiento es producto de la reflexión teórica del investigador, encerrado en una torre de marfil, o en su cubículo, pensando y deduciendo consecuencias y conclusiones de un axioma?, ¿o es producto de la utilización de una serie de técnicas para recabar información y deducir ideas explicativas nuevas? ¿Es un arte en el sentido de una manifestación de la genialidad creadora del investigador?, ¿o es producto de la aplicación lógica de una serie de pasos a seguir para descubrir las causas y los efectos de los acontecimientos y hacer inteligible la realidad social? Las preguntas anteriores nos llevaron a convocar a un conjunto de experimentados investigadores a fin de conocer sus puntos de vista y su concepción del quehacer investigativo, más allá de la vieja discusión de las modalidades de la investigación que imperó en los primeros años de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco (uam-x) y que, en cierta manera, está presente en nuestros días, a 35 años de distancia de su creación: investigación para la docencia, es decir, para el aprendizaje o investigación generativa de nuevos conocimientos. ¿Qué características debía reunir la investigación en un sistema innovador como lo fue el Sistema Modular de la uam-x? La respuesta se dividió en dos: por una parte, la investigación en el aula, en torno a los objetos de transformación, es de carácter pedagógico, es decir, para el aprendizaje. En otras palabras, es un proceso de descubrimiento del conocimiento y de apropiación del mismo para la formación de los alumnos, de allí su nombre de “investigación formativa”; por otro lado, la investigación de los docentes debería ubicarse en el campo de la creación de nuevos conocimientos, es decir, de la investigación generativa, lo que permitiría llevar al aula los conocimientos más actuales sobre los temas de investigación del propio docente. De esta manera el aprendizaje se centraría en los intereses de los alumnos y se abordaría a través de la investigación formativa, reforzada por los aportes de la generación de conocimientos del docente en turno.

Al paso de los años, la experiencia exitosa y las dificultades encontradas en el proceso de enseñanza-aprendizaje nos han llevado a buscar soluciones a los problemas reales que encuentran los alumnos y los profesores para realizar investigación y para llevar al aula esos conocimientos recuperados o generados en el proceso investigativo. Los textos reunidos en este libro no son sólo la expresión rápida de unas ideas en el contexto de una conferencia, o de una mesa redonda, o de un seminario, sino son producto de una reflexión sólidamente fundamentada por los autores que tuvieron a bien revisar y corregir sus ponencias a fin de transformarlas en ensayos o artículos de carácter científico para apuntalar sus opiniones y convicciones acerca de lo que es la investigación en el contexto de la formación de los alumnos de todas las carreras. Es decir, este libro no es exclusivo para los estudiantes de ciencias sociales y humanidades, sino para todos: médicos, arquitectos, ingenieros, enfermeros etcétera, ya que la epistemología como fundamento de la cientificidad de la investigación es necesaria para cualquier tipo de investigación que se realice en cualquier campo del saber y del sentir humano, como el arte, por ejemplo, y de la expresión oral y escrita de carácter poético. Luego entonces, la investigación se constituye en un arte, afirma Meza citando a Spinoza. la reflexión teórica y la aplicación de técnicas para recopilar información y transformarla en datos requiere no sólo conocimientos de la disciplina, sino una fuerte dosis de arte, en el sentido del saber hacer práctico, cuasi artesanal para saber acercarse a la realidad a investigar y allegarse información útil con el objetivo de descubrir las relaciones internas de los hechos observados y crear nuevos conocimientos, al menos para el investigador, acerca de la realidad estudiada.

Los trabajos aquí reunidos abordan una misma problemática desde diversos puntos de vista: los primeros se ubican en el plano de la epistemología; una segunda serie versa sobre los métodos de investigación; la tercera implica reflexiones desde el uso de la estadística en investigaciones de carácter cuantitativo: finalmente, hay una serie de trabajos que reflexionan acerca de los diferentes métodos y de la potencialidad de inteligir la realidad de cada uno de ellos, así como la diferencia entre método y técnicas.

El conjunto constituye un material muy importante para los estudiantes de ciencias sociales que pueden consultar las diferentes posiciones teóricas de los autores y a la vez fortalecer su formación como cientistas y profesionales de las ciencias sociales.

Epistemología y conocimiento social 

En este punto se plantea una serie de problemas desde la perspectiva de la epistemología, vista ésta como la rama de la filosofía que se encarga de analizar los procedimientos de construcción del conocimiento. Desde la etimología epistemología viene del griego, episteme, “conocimiento”, y logos, “teoría”, tratado. En este sentido, la epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido.2 De esta forma, la epistemología analiza los criterios por los cuales se justifica el conocimiento, además de considerar las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención. Por tanto, la epistemología es la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico, por lo que es la teoría de la ciencia.3 Ahora bien, en la práctica se trata de tener una actitud de observancia y de “vigilancia” epistemológica”; es decir, de revisar la rigurosidad de la recolección de los datos, de la interpretación de los mismos a la luz de la teoría de referencia y del margen de la interpretación subjetiva del investigador, el cual nos es difícil evitar. En todo caso, la rigurosidad se manifiesta en la relación estrecha entre nuestros planteamientos o problema a investigar, las preguntas de investigación o hipótesis, la teoría que se maneja y el análisis de los datos, proceso en el cual se crea nueva teoría, con lo cual se hace avanzar la ciencia —ello implica analizar acontecimientos y no sólo hechos—. Analizar hechos es mantener la distancia “objetiva” entre el investigador y lo investigado; reconocer acontecimientos conlleva el involucramiento personal y la búsqueda de categorías nuevas que nos permitan expresarlo. La reflexión crítica sobre este proceso constituye la vigilancia epistemológica. Esto no impide reconocer otras formas de conocimiento como el artístico, el poético, el filosófico, el religioso, procedente de la literatura o incluso del mito, que va más allá del conocimiento “científico”, positivista, racionalista o tecnológico, propio del pensamiento racionalista-instrumental occidental y capitalista (Sáez). La creatividad del individuo es el origen de esta búsqueda de nuevos conceptos y categorías que logren traducir lo que está sintiendo, viviendo y procesando en su investigación.

El difícil camino de la investigación social Hablar de investigación hoy en día parece ser una moda ya que todo mundo realiza encuestas de opinión, de tendencia al voto, de prácticas sexuales, de adicciones etcétera. Ahora, todos se creen sociólogos, epistemólogos, psicólogos, como si realizar una encuesta a partir de un cuestionario fuese por sí mismo científico. Se opera como si los números y el discurso que de ellos deriva fuesen apodícticos, ignorando lo que Javier Meza analiza en este mismo libro: “A menudo las palabras nos usan y nos dictan nuestros discursos, de ahí que lo más importante es aprender a usarlas y a tener mucho cuidado con ellas, tanto con lo que dicen como con lo que no dicen y con la forma como lo dicen”. Esta afirmación puede trasladarse al caso de los números, que no hablan por sí solos, sino que dependen de cómo los usemos, de que descubramos qué dicen y cómo nos lo dicen, y sobre todo qué nos dicen. Con frecuencia éste es un error que comenten los que piensan que la verdad absoluta está en los números y confían todo a la interpretación numérica de las encuestas. No creemos que esto sea con el ánimo de engañar a los lectores, sino que es producto de una falta de vigilancia epistemológica que conlleva el autoengaño. Cuando hablamos de investigación, no nos referimos exclusivamente a los grandes investigadores consagrados y catalogados como sni iii o eméritos, sino también a los jóvenes aprendices que se encuentran en las aulas, tanto de la primaria como las universitarias, ya que una buena educación debería enseñar a cuestionar todos los eventos y a analizarlos antes de aceptarlos y darlos como verdades irrefutables. Pero para ello se requiere formación, preparación, ejercicio y trabajo que nos permita recuperar el conocimiento acumulado socialmente y re-crearlo para nosotros mismos. Esto es lo que denominamos investigación formativa, o investigación para aprender. Aprender a aprender implica investigar en términos generales, lo que nos permitirá, posteriormente, generar nuevo conocimiento. Esto es lo que se denomina investigación generativa.

Investigar resulta difícil porque no hemos sido habituados para ello desde la temprana educación, sino al contrario, la sociedad mata la creatividad, la curiosidad y la tendencia a investigar propias de los niños para “protegerlos de los peligros en los que puedan incurrir”. Pero lo mismo sucede en la escuela, en la que un adiestramiento memorístico termina por sofocar toda tentativa de saber más y de buscar por cuenta propia. El resultado es la pereza mental que nos invade cuando estamos en la universidad. Esa actitud es la que dificulta el proceso investigativo. No estamos acostumbrados a preguntarnos el porqué de las cosas, no cuestionamos, aceptamos el argumento de autoridad y admitimos lo que se nos dice como verdad absoluta. El principio de la investigación es el cuestionamiento, el preguntarse por qué, cómo, cuándo, dónde, quién lo dijo o lo hizo, para qué, cuál es el sentido de los acontecimientos. Es, por tanto, una actitud frente a la vida ante las situaciones que vivimos o influyen en nuestra existencia. Por ello es una actitud vital, vivencial, cuestionante de nuestra propia pasividad y sumisión ante la imposición de un punto de vista o de una voluntad política.

No se trata sólo de aplicar un método —aunque cuando se está aprendiendo es importante tener una guía—, sino de sentir y vibrar con la pasión propia del adolescente que descubre el amor por primera vez, a fin de vivir con pasión la aventura del descubrimiento del conocimiento y de su re-creación a partir de la apropiación del mismo para penetrar en los arcanos de la realidad. No se trata de saber toda la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad, sino de penetrar en el laberinto de la realidad, vista desde nuestra subjetividad, y conocer algunos de sus aspectos. El método ayuda, pero no es todo, se requiere ese pathos que decían los griegos (pasión, sentimiento profundo) para involucrarse en los acontecimientos y tratar de llegar a una explicación plausible y cercana a la realidad. Es un camino propio —“caminante no hay camino, se hace camino al andar”—, a investigar se aprende investigando, pero la ayuda es necesaria y debe ser bienvenida —es lo que Vigotsky denomina “aprendizaje colaborativo” y “zona de desarrollo próximo”, que admite el apoyo del tutor, del maestro o de quien tiene más experiencia que nosotros—. Luego, hay una parte de guía y una parte de autoaprendizaje. Hay una buena dosis de aprendizaje y una, tal vez mayor, dosis de creatividad, poesía y arte. Por eso hablamos del difícil arte de investigar, que no sólo es método, sino prosa, poesía, literatura, filosofía, algo de mito, si por mito entendemos las explicaciones fundantes de una sociedad, de un grupo o incluso de una familia que dan vida a una realidad social, encarnada en los hombres y sus relaciones: el conocimiento no sólo es científico, sino también estético.

La construcción de la realidad por el investigador responde a la pregunta que se hace Gerardo Ávalos en su trabajo: “¿Es la forma social producto de la mente genial del filósofo, pensador o científico que la concibe y la comprende o, antes bien, es un resultado histórico, encarnado, por decirlo así, en el pensamiento de un individuo concreto de carne y hueso?” En cierta manera el sujeto cognoscente construye la realidad desde la posición que su tiempo y espacio históricos le han proporcionado; en otros términos, desde su horizonte de cognoscibilidad, su experiencia vivencial y los intereses subyacentes a su acción, que dimanan de una persona concreta ubicada históricamente en un espacio y contexto socio-temporal determinados. El conocimiento, para Piaget, es un proceso de acción transformante de la realidad conocida, y, por ende, del sujeto cognoscente, a partir de la experiencia y de los conocimientos anteriores que permiten interpretar las realidades relativamente nuevas en una estructura conceptual dominada por el sujeto y en la cual se estructuran la percepción de las nuevas experiencias, es decir que posibilitan la transferencia de conocimientos a la nueva realidad construida y por explicar. Si bien no se trata del proceso de adecuación propuesto por Aristóteles entre sujeto y objeto, es indudable que entre sujeto cognoscente y realidad construida como objeto de conocimiento hay una relación constituyente del proceso de construcción del conocimiento por parte del sujeto, que modifica tanto a la realidad conocida como al sujeto mismo. No se trata sólo del individuo, sino del sujeto colectivo, es decir, la sociedad, porque el conocimiento es una construcción social, es un proceso colectivo, que supera el proceso neuronal propio de cada individuo, como lo menciona Fernando Sancén en este mismo texto. El conocimiento se produce en la acción misma sobre el entorno social y natural del hombre, en la interrelación de los sujetos con el mundo exterior, en el contacto con lo diferente, con la otredad, cargada de su experiencia vital y en devenir constante.

Teoría y datos 


Uno de los principales obstáculos que se manifiestan en los estudios sociales es la posición o postura ideológica del positivismo, que proclama la realidad absoluta de los hechos como la única verdad. Postura que destruye al individuo como sujeto cognoscente y lo reduce a ser un mero reflejo de lo exterior. “Los hechos hablan por sí mismos”, sería la afirmación que nos hacen los positivistas. Todo se deriva de una teoría general de la cual se deducen las hipótesis  y se trata de ubicar los hechos dentro de esta teoría de manera que demuestren o desmientan las hipótesis formuladas deductivamente. Nada más lejano de la realidad, por lo menos en cuanto a las ciencias sociales se refiere. Lo mismo sucede con los matemáticos, que consideran a la estadística como el método supremo de investigación: si es cuantificable, es científico; si es científico, luego es verdad. Se parte de un sofisma muy engañoso por cuanto proclama que lo cuantificable es científico: los fenómenos son cuantificables, luego los fenómenos son científicos: nada más alejado de la realidad. Los fenómenos por sí mismos no son científicos ni a científicos, simplemente son, se presentan en la realidad social. Lo que es científico es la forma de abordarlos, de conocerlos, de analizarlos, de interpretarlos. Los números pierden la relacionalidad que existe entre los individuos y sus circunstancias concretas para unificarlos, homogeneizarlos y otorgarles el mismo sentido a las respuestas cuantificadas independientemente de los intereses propios de los mismos sujetos. Los seres humanos son cosificados, fetichizados, separados de sus propias intencionalidades para considerarlos como un todo homogéneo y cuantificable per se, en el que se pierde la intersubjetividad conceptuada y abierta a dimensiones más allá de la cantidad.

A partir de estas constataciones nos parece relevante el trabajo que presenta Gerardo Ávalos en esta obra al sostener su hipótesis de que “el arte de investigar debe practicarse siempre y necesariamente desde una constelación categorial adelantada por algunos pensadores imprescindibles, so pena de descubrir lo obvio”. Partiendo de autores clásicos provenientes del campo filosófico y de la economía política, como es el caso de Marx, Ávalos nos ilustra acerca de la necesidad de partir de un campo teórico ya elaborado por autores que nos precedieron. El cual ciertamente puede ser modificado, mejorado, superado, pero necesario para anclar nuestra comprensión de la realidad social e interpretarla desde nuestro horizonte de cognoscibilidad dentro del cual adquieren sentido los acontecimientos y los hechos sociales que investigamos. Esto no anula el proceso de creatividad artística y estética del conocimiento, sino lo fortalece y le da cimientos independientemente del método elegido. Ello significa que desde el punto de vista epistemológico, cualquier método requiere una justificación teórica. Ya lo decía el propio Comte, todo método requiere de su propia teoría. Por ello, en una investigación científica se requiere una discusión.

epistemológica acerca del método utilizado y de la rigurosidad de las técnicas de recolección de la información, así como de la manera en cómo fueron analizados los datos a la luz de los principios teóricos que se han manejado. Sin embargo, no se trata de justificar las teorías, sino de explicar la realidad, por ello el pensamiento científico es abierto y cambiante y las teorías, por consiguiente, deben tener la capacidad de modificarse si la realidad así lo exige. La función de un marco teórico es precisamente proporcionar este corpus de referencia para la investigación y la información que se está analizando. Lo cual no quiere decir que las hipótesis deban deducirse de la teoría, sino de la problemática que se está abordando en relación con la posible teoría que enmarca a la investigación.

El Proceso mismo de la investigación 

La formación para la investigación, o el aprendizaje fundamentado en la investigación, es un modelo educativo que se aplica en el sistema modular de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco; es decir, mediante un método de apropiación del conocimiento por descubrimiento, se trata de formar a los jóvenes estudiantes en el arte de investigar como una manera de aprender y, posteriormente, de generar conocimiento. Este proceso lleva a adentrar a los alumnos en las diferentes partes que implica una investigación en cualquier disciplina que estudien. Por ello es importante ubicarse en el campo propio de la ciencia estudiada antes de introducirlos en la investigación interdisciplinaria o multidisciplinaria. El campo de estudio es la dimensión macrosocial de una ciencia, cualquiera que ésta sea, y constituye en cierta manera una especificidad en relación con las demás ciencias, aunque tenga puntos de contacto con ellas. De esta manera, podemos afirmar que la sociología es muy cercana a la antropología, sin embargo sus campos de estudio son muy diferentes, a pesar de los puntos de contacto y de ser el hombre en sociedad quien se constituye en objeto de estudio de ambas ciencias. La antropología estudia a los seres humanos desde una perspectiva cultural y humanística, así como desde el punto de vista de evolución biológica y adaptación fisiológica al medio ambiente, cultura, lengua y costumbres, lo que da origen a las dos tradiciones: antropología física y antropología cultural; en tanto que la sociología tiene como objeto propio de estudio las relaciones de poder que se instauran en la interacción social de los individuos en el seno de la sociedad; interacciones mediadas por el habitus de los sujetos, según lo diría Bourdieu.4 Sin embargo, no es suficiente ubicarse en el campo de estudio, sino plantear un objeto de estudio, un problema que pueda ser abordado en un tiempo determinado y delimitado en su alcance espacio-temporal y en su amplitud a fin de poder estudiar uno o varios aspectos a profundidad. Es lo que se denomina planteamiento del problema, que tiene que ver también con el enfoque teórico que deseamos asumir. De esta intencionalidad emerge el recurso a la epistemología de Piaget para explicar el proceso de conocimiento y el papel de la investigación en la construcción del mismo, por parte del alumno. Lo que es importante desde el punto de vista epistemológico es la necesidad de problematizar el objeto de estudio, de lo contrario no tendríamos posibilidad de abordar la realidad a investigar. Por ello, es necesario reflexionar sobre el sentido de “construir la realidad”, que no es lo mismo que “explicarla”, ya que la realidad histórica se construye por sujetos que interactúan, por tanto, es una construcción colectiva, y el conocimiento es construido socialmente como lo afirma Olivé en La construcción social del conocimiento.

Por los caminos de la ciencia 

Hacer investigación parece ser un mandamiento universitario que se debe cumplir cueste lo que cueste. Nada más alejado de la realidad. Las funciones universitarias son fundamentales para la institución, no así para los individuos concretos, es decir, profesores y alumnos. Una de las funciones es efectivamente realizar investigación, y la misión de la uam-x es la de comprometerse con los grupos sociales menos favorecidos. Para ello, la investigación y la difusión de la cultura son parte de esta misión universitaria. Sin embargo, hay excelentes maestros que no hacen investigación generativa, sino se limitan a la investigación para el aprendizaje, es decir, recuperan conocimientos,  se los apropian y coordinan procesos de enseñanza-aprendizaje de alta calidad. Ambos tipos de investigación son necesarios en el ámbito universitario y útiles para la sociedad. Por eso el cuestionamiento que se hace Alberto Pierdant por qué y cómo investigar es central en el cumplimiento de la misión universitaria para impulsar el desarrollo y crecimiento del país, formando a sus cuadros directivos en todos los campos del saber para promover no sólo los aspectos económicos sino también los sociales como la justicia, la equidad y la solidaridad. Sobre el cuestionamiento de por qué investigar, pueden existir diversos intereses para hacerlo, sin embargo, el que nos parece central es el deseo de saber, de conocer a fondo una realidad, una situación específica, descubriendo sus causas y efectos, sus alcances y limitaciones para explicarnos los mecanismos que operan detrás de las eventos sociales. De esta manera, no sólo conocemos una realidad, sino que aportamos un nuevo conocimiento al acervo teórico correspondiente. En relación al cómo hacerlo, Pierdant avanza dos caminos que sintetizan los diferentes métodos: el análisis cualitativo y el análisis cuantitativo del problema. A ello podríamos añadir una manera mixta, es decir, trabajar datos cuantitativos y aspectos caulitativos de un mismo problema. En todo caso, aun los resultados numéricos requieren de un cierto marco teórico para ser interpretados, pues es un error epistemológico pensar que los núneros hablan por sí mismos o que la realidad no necesita ser interpretada. La reflexividad se aplica no sólo a lo cualitativo, sino también a lo cuantitativo so pena de caer en lo obvio.

Los caminos de la investigación son multivariados y enriquecedores, y al mismo tiempo diferenciadores de las posturas teóricas e ideológicas de los investigadores. Las grandes diferencias se ubican en el proceso de interpretación de los datos a partir de las premisas teóricas de partida: trabajos teóricos y trabajos empíricos. Los trabajos teóricos se orientan más al análisis de las propuestas teórico-metodológicas de los autores estudiados. Los trabajos empíricos se orientan al descubrimiento de las situaciones reales que se dan en situaciones concretas, que implican trabajo de campo y con frecuencia poca teoría; por lo general son más descriptivos que analíticos. Entre éstos se encuentran proyectos de carácter cuantitativo fundamentados en análisis estadísticos En cuanto a su impacto, se consideran dos grandes líneas de investigación: la básica y la aplicada. La primera está orientada a la generación de nuevos conocimientos y la segunda a la solución de problemas. Ambas posturas son necesarias e importantes. La investigación aplicada implica también orientación hacia la tecnología, sin embargo, es indispensable la epistemología para asegurar la capacidad creativa de conocimiento por parte del investigador. Es decir, al recurrir a la epistemología el investigador se convierte en un teórico de la ciencia, que no es lo mismo que hacer ciencia. En este sentido, para Severo Iglesias “el científico hace ciencia a través de un método y a partir de ciertos conceptos, pero cuando se pone a pensar de manera epistemológica sobre lo que está haciendo, ya no hace ciencia, deja de ser científico para convertirse en un científico de la ciencia, para convertirse en un epistemólogo”.5 La investigación básica está sujeta al análisis epistemológico para asegurar que el conocimiento construido es realmente científico y puede dar pie a una aplicación concreta dadas las mediaciones necesarias para vincular conocimiento y problemas concretos a solucionar.

De acuerdo con las grandes corrientes históricas, los métodos en las ciencias sociales, se han clasificado en dos grandes campos: cuantitativos y cualitativos. Desde el punto de vista de las ideologías manejadas y de los corpus teóricos construidos se han clasificado como funcionalistas, estructuralistas, historicistas, sociohistóricos, marxistas, fenomenológicos, positivistas, inductivos, deductivos, abduccionistas, reconstructivos o de la reconstrucción, del concreto abstracto concreto, método comprehensivo, así como combinaciones de los mismos. De acuerdo con el paradigma dominante, se considera como “método científico” al método experimental positivista, lo cual, hoy en día, nos parece un debate sobrepasado. Podemos afirmar que todos los métodos sin son rigurosos son científicos y todos aportan nuevos conocimientos, la elección de uno u otro depende del problema a investigar, y también de la postura ideológica del investigador. En cuanto a la orientación y las técnicas utilizadas, se consideran dos grandes divisiones: métodos cuantitativos y métodos cualitativos, y una combinación de los mismos. Según Rodrigo Pimienta, “ambos métodos, se consideran útiles de manera individual o complementaria, el acierto del investigador estriba en aplicarlos de forma provechosa en aquellos casos para los que resultan más adecuados”. En todo caso de lo que se trata nuevamente es de explicar la realidad, no de justificar un método u otro, y “es preciso reconocer que ni un conjunto de técnicas concretas, ni una serie de postulados axiomáticos bien elaborados son suficientes para expresar sin ambigüedades el mundo real”; es decir, los conceptos no son suficientes para abarcar y explicar toda la realidad. En todo caso, la epistemología es indispensable para asegurar un análisis correcto de los datos y una interpretación que dé cuenta de la realidad. Sin embargo subsiste una discusión abierta, tal vez no tan virulenta como en el pasado, cuyos vestigios aún perduran en algunos autores ortodoxos. Las discriminaciones de uno y otro lado terminan en un diálogo estéril, como lo demuestra Noemí Luján en su trabajo. Retomando a Pierdant, cuando se habla del método cuantitativo “nos referimos generalmente al análisis y solución de problemas en cualquier área del conocimiento que utiliza herramientas matemáticas, de datos numéricos o no numéricos (cualitativos) que son susceptibles de una medición, e información numérica”. Pero cuando hablamos de métodos cualitativos entramos en un campo más emotivo, lo cual no quiere decir menos científico, donde hay un involucramiento subjetivo de parte del investigador que favorece la comprensión de las acciones de los individuos o grupos analizados de manera más profunda. Es decir, los métodos cualitativos permiten estudios a mayor profundidad, aunque con menor extensión que los cuantitativos, por lo que las generalizaciones tienden a tener diferentes alcances: unos trabajan sobre la medición, los otros sobre la comprensión. Dilema siempre presente cuando se trata de la creación de saberes en las ciencias sociales. La generalización es la pretensión de la universalización del conocimiento, de la objetivación del mismo y de la garantía de validez, afirma Raymundo Mier. Mientras que los métodos cualitativos “tratan de comprender lo social a partir de la construcción de vínculos que hacen viva y patente la condición de otredad radical de aquellos a quienes queremos comprender”. La investigación requiere establecer vínculos con los otros, integrarse en su esfera de sentido y someterse a sus condiciones, al tiempo que los otros se inscriben en la esfera de sentido de quien busca comprender y, en esa medida, transfigurar de manera indeterminada las condiciones de su propia identidad. Eso nos separa para siempre de los físicos y de las ciencias duras. Nos aparta de los imperativos, las exigencias y los métodos de la relación sujeto-objeto y nos coloca en una relación sujeto-sujeto. En este sentido se producen las paradojas de la investigación, las objetivantes y las que buscan comprender la génesis de lo social a partir de la composición normada de formas de interacción dual. Por ello los métodos cualitativos establecen una relación intersubjetiva sujeto-sujeto dialógica en el proceso de construcción del régimen simbólico en los procesos de atribución y asunción del sentido que trastoca, según Mier, todo el juego de percepciones y nominaciones, y someten a los procesos sociales a los tópicos de la comprensión, a una condición totalmente ajena a todo régimen de cuantificación. Esa condición abierta y dispuesta a lo contingente cancela toda petición de garantías. No hay verificación “no subjetiva” de los “datos”, no hay respetabilidad. Porque el conocimiento de lo social se inscribe en el ámbito de la creación y de la intervención, es decir, en el ámbito de la política, la ética y la estética. Por ello mismo, investigar es un arte. Bajo esta perspectiva podemos considerar a la investigación cualitativa como una alternativa a la investigación cuantitativa. No se opone, no la niega, se puede servir de ella en determinado momento y combinar ambas formas de investigación en aras de la explicación de la realidad. Sobre todo si tomamos en cuenta la argumentación de Mier en el sentido de que las teorías son matrices potenciales de inteligibilidad, es decir, de posibles interpretaciones.

Método y Técnicas de recopilación de información

En un tratado como el que aqui se presenta, no podíamos eludir este problema que desde el punto de vista epistemológico es central en la discusión de los procesos investigativos ya que con frecuencia se confunde el método con el uso de las técnicas. Esta confusión es producto de la ausencia de pensamiento epistemológico y de la creencia de que siguiendo el método fielmente se llegará a la verdad —verificable, objetiva y cuantificable, y lo que es más, repetible por cualquier investigador que siga los mismos pasos—. Y esto sólo se logra recurriendo a las técnicas de investigación. Para aclarar esta confusión es necesario revisar lo que es la metodología, el método y las técnicas de recolección de datos. Conviene notar que decimos “técnicas de recolección de datos”, no “técnicas de investigación”. En la realización de la investigación se requiere seguir un método con su marco teórico de referencia propio; las técnicas son instrumentos para recuperar la información.

La metodología es la ciencia que estudia el conjunto de métodos que rigen una investigación científica o una exposición doctrinal de manera que establezca las condiciones de construcción de conocimientos que den cuenta, aunque sea de manera parcial, de una realidad objeto de estudio de acuerdo con el método utilizado. Sin embargo, no debe confundirse con la epistemología, que se ocupa de ver la relación de adecuación estrecha entre la aplicación del método y las técnicas utilizadas para recuperar información, así como de la lógica del análisis de los datos a la luz de una matriz teórica de referencia que posibilita su interpretación. La metodología se ocupa de buscar estrategias para aumentar el conocimiento. La epistemología se encarga de analizar y verificar la lógica de la relación teoría-práctica en la construcción de conocimiento válido. Por ello la metodología implica una toma de posición teórico-epistemológica para la selección del método a seguir dependiendo del problema a investigar. En otras palabras, la metodología constituye una etapa específica que procede de una posición teórica y epistemológica para la selección de un método específico y técnicas concretas para la investigación.6 La metodología, entonces, depende de los postulados que el investigador cree que son válidos, ya que la acción metodológica será su herramienta para analizar la realidad estudiada.

El método se concibe como la concepción lógico-matemática que se tiene sobre la realidad y la manera de abordarla. Un método científico, por su parte, es el procedimiento o sucesión de pasos seguidos por una ciencia para alcanzar conocimientos válidos que puedan ser verificados por instrumentos confiables. Podría decirse que el método es el conjunto de pasos lógicos que permite que el investigador pueda reconstruir la realidad analizada sin tener que renunciar a su propia subjetividad. Implica una visión de la realidad, un corpus conceptual y una manera de hacer. Por lo tanto, las técnicas no pueden ser el método. El recurrir a una u otra técnica para recabar información dependerá del tipo de investigación, del tipo de información que se necesite: cuestionario, entrevista, observación directa, participante, observación etnográfica, historia oral, análisis documental, análisis del discurso, de contenido. La investigación participante constituye una modalidad cuya técnica implica reflexividad y espíritu crítico y apertura por parte del investigador, sobre todo para establecer el diálogo con el otro, tomando en cuenta, no sólo las diferencias que puedan existir, sino las semejanzas, ya que es un diálogo entre dos sujetos pensantes, con sentimientos propios y subjetivos. En este sentido, Noemí Luján afirma: “La escucha y el diálogo como dispositivos para la construcción de datos sociales tienen implicaciones epistemológicas y éticas muy relevantes que intervienen en las razones por las cuales el investigador elige una u otra alternativa metodológica”. Esperamos que la lectura de estos textos facilite el aprendizaje del difícil Arte de Investigar a los estudiantes universitarios, suscitando en ellos el espíritu científico, crítico y creativo que contribuya a la solución de los problemas que enfrente el país en los diferentes campos del saber.


Resuelve las siguientes preguntas.

1-¿Cual es la importancia de investigar ?
2-¿Cual es la diferencia de la investigación cualitativa y cuantitativa?
3-¿Cual es el método mas apropiado para la recopilación de información ?
4-Explique lo que afirma Noemí Luján “La escucha y el diálogo como dispositivos para la construcción de datos sociales tienen implicaciones epistemológicas y éticas muy relevantes que intervienen en las razones por las cuales el investigador elige una u otra alternativa metodológica”
5- Explica el interrogante que hace Gerardo Ávalos en su trabajo: “¿Es la forma social producto de la mente genial del filósofo, pensador o científico que la concibe y la comprende o, antes bien, es un resultado histórico, encarnado, por decirlo así, en el pensamiento de un individuo concreto de carne y hueso?”



viernes, 11 de septiembre de 2015

INVESTIGACIÓN 2 SEM. PFC 02

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Contenido: El problema, objetivos de la investigación

Orientaciones: Lea cuidadosamente el material y posteriormente conteste las preguntas que se encuentran al final de éste. 

Todo problema surge a raíz de una dificultad; ésta se origina a partir de una necesidad, en la cual aparecen dificultades sin resolver. De ahí la necesidad de hacer un planteamiento adecuado del problema a fin de no confundir efectos secundarios del problema a investigar con la realidad del problema que se investiga.

Se considera que no solamente es necesario visualizar el problema, sino además plantearlo adecuadamente.
Por tanto, el planteamiento va a establecer la dirección del estudio para lograr ciertos objetivos, de manera que los datos pertinentes se recolectan teniendo en mente esos objetivos a fin de darles el significado que les corresponde.

En relación con el planteamiento del problema conviene hacer distinción entre:

1. Problemas.

2. Problemas de investigación.

3. Problemas de la investigación.

4. Problemas del investigador.

5. Y problemas a investigar.

Debe haber una actitud de objetividad ante la dificultad; ésta es una actitud básica del investigador. Un problema de investigación no debe ser afectado por los prejuicios o las preferencias personales del investigador; la investigación no pretende resolver problemas personales, a no ser que éstos sean el objetivo de la investigación.

La actitud de objetividad hacia los problemas de investigación nos exige tomar el tiempo necesario para entender la complejidad de la dificultad y, conociendo la realidad de la dificultad, llega a conocer los diversos factores que inciden en ella.

A partir de la identificación del problema surge la necesidad de su análisis, es decir, a la acción de descomponer el problema en sus partes constitutivas, previa identificación de ellas (elementos), y de las mutuas relaciones, las circunstancias concretas en las que aparece el problema.

Descripción del problema

No se pueden plantear problemas de investigación a espaldas de la realidad que se investiga. Un problema investigable es un punto de conflicto conectado con una situación de dificultad en la que hay una duda por resolver y pueden preverse dos o más soluciones.

El planteamiento del problema pone de manifiesto tres aspectos que deben tenerse en cuenta desde el principio:

1. Descripción del problema.

2. Elementos del problema.

3. Formulación del problema.

La descripción del problema es la complejidad de la realidad del problema, en relación con el medio dentro del cual aparece. Implica conocimiento más o menos adecuado a la realidad. La descripción presenta todos esos puntos que unen circunstancia-problema en relación con la investigación. Cuando se describe un problema se hace ambientación de todas aquellas características que se presentan inicialmente en el tratamiento del problema y a partir del cual se formularon hipótesis, variables, formulación del problema y respaldo teórico.

Cuando el investigador describe un problema, presenta los antecedentes de estudio, las teorías en las que se basó y los supuestos básicos en los que se apoya el enunciado del problema. Debe aclarar en particular qué personas, materiales, situaciones, factores y causas serán consideradas o no. Un enuncia¬do completo del problema incluye todos los hechos, relaciones y explicaciones que sean importantes en la investigación. Hay que encuadrarlo en un enunciado descriptivo o en una pregunta que indique con claridad qué información ha de obtener el investigador para resolver el problema.

El flujo del planteamiento del problema nos pone de manifiesto la necesidad que existe en conectar una dificultad específica con una serie de dificultades. Para determinar una dificultad específica en su localización espacio-temporal dentro de la complejidad de una situación problemática, se debe ir seleccionando los diversos aspectos que inciden en ella; es decir, individualizar los puntos de conflicto en la forma más correcta posible.

Ante una dificultad problemática de posible investigación, hay que asumir una actitud objetiva y tomarse el tiempo suficiente para entender y comprender la complejidad de la dificultad conociendo el contexto o cir-cunstancia en la cual aparece la dificultad, Así se puede llegar a determinar los factores de la realidad del problema y así describir y formular adecuadamente el problema.

Es decir, las circunstancias presentan el contexto en el cual aparece la dificultad, y ésta da origen y orienta al problema. Por ello, el problema es la relación existente entre dificultad y circunstancia.

El reconocimiento de una situación problemática proporciona un punto de partida, pero antes es necesario aislar, pensar y aclarar los hechos que originan el problema. El investigador debe determinar límites razonables; para ello puede descomponer la pregunta original en varios interrogantes secundarios.

Una vez concretizados los puntos del conflicto conviene juzgarlos no desde el punto de vista de su relación con la dificultad que se estudia. No se trata de valorar la dificultad, se trata de enfrentarnos a ella, conviene por tanto mirar los puntos del conflicto en razón de su proyección de los problemas de investigación.

Al hablar de la dificultad de la cual surge un problema de investigación, Alberdi, anota:

Dentro de la complejidad de una situación de dificultad debemos ir separando diversos aspectos. Uno de los métodos es el de individualizar puntos de conflicto de la forma más concreta posible, se trata de atender individualmente los diversos factores que intervienen en la dificultad en la cual nos ocupamos, a fin de examinar los diversos puntos concretos de conflicto para ver si se encuentran o no problemas investigables.

Un problema investigable es un punto de conflicto conectado con la situación de dificultad, en el que hay una situación de duda y para el que se ven dos o más posibles soluciones. Un punto de conflicto en una situación de dificultad ante la que nos encontramos, no es un problema investigable, a no ser que haya duda acerca de la solución que conviene aplicar.

Si ya se tiene o se ha determinado el modo como hay que resolver el conflicto, no es necesario investigar más; es decir, si obteniendo en la investigación el resultado que sea se va a tomar al final una decisión predeterminada inicialmente, ¿qué sentido tendrá la investigación?

La situación de duda presentada por un problema investigable se refiere a la solución que conviene aplicar al punto concreto del conflicto. Si nuestra dificultad es teórica, la duda se aplicará a la verdad que conviene aplicar al punto concreto del conflicto. Si nuestra dificultad es teórica, la duda se aplicará a una verdad que aclara el punto oscuro, pero si la dificultad es de orden práctico, la duda se centrará sobre una forma de solución del punto de conflicto.

El punto de conflicto para ser un problema investigable implica la existencia y conocimiento dedos posibles soluciones, o más, entre las que no hay preferencia específica, pues de existir ésta, ¿qué fin tendría la investigación?

Siempre que un punto de conflicto sea un problema investigable, tendremos que encontrar diversas soluciones posibles y tener una duda razonable sobre cuál es la mejor; es decir, una duda que nos prepare para admitir que la solución mejor es una de la cual no habríamos sospechado al principio y cuya presencia resultó de la investigación.

Veíamos que para poder hallar la mejor solución en una situación de dificultad conviene detectar diversos punt9s de conflicto conectados con la situación de dificultad. Detectado el punto de conflicto y sus posibles soluciones y si se presenta duda razonable sobre cuál será la mejor, nos encontramos frente a un problema investigable. Por tanto, después de afrontar situaciones de dificultad y haber conocido diversos aspectos y observado su contexto, debemos procurar detectar uno o más problemas investigables.

Al identificar el problema investigable adquirimos un conocimiento nuevo frente a la situación de dificultad, y ese conocimiento nos encauza hacia la solución del conflicto planteado por la dificultad.

Cuando aún no logramos identificar problemas investigables, no estamos capacitados para iniciar una investigación metodológica cuyos fines estén claramente precisados y delimitados.

El investigador tiene que llegar a conocer mejor, en su conjunto, la situación de dificultad que aquellas personas que están dentro de ella. En este sentido, es fundamental la experiencia en el terreno o ciencia sobre la cual se va a investigar.

Generalmente, los problemas pueden identificarse de varias formas, siendo las más comunes la intuición y la deducción. La intuición nos hace ver posibles conexiones o relaciones de aspectos aparentemente no relaciona-dos, y la deducción se presenta cuando observamos que la situación de dificultad, bien sea teórica o práctica, ha sido abordada una o varias veces desde uno o varios puntos de vista por diversas investigaciones. Es decir, la investigación por deducción se realiza después de una investigación, en la cual el problema se presentaba por falta de conocimientos.

Se suele decir que un problema bien planteado es un problema resuelto, lo cual es verdad, ya que generalmente así sucede en la realidad. Muchas veces ocurre que los problemas no son investigables, es decir, se encuentran demasiado confusos debido a que la situación de dificultad es extremadamente complicada, tanto desde su punto de vista teórico como práctico, hasta el punto que se hace imposible plantear un problema investigable. De lo cual se deduce que "la investigación pura no existe o no sirve para nada" ya que ésta siempre se hará en relación con:

En relación con el análisis de una situación problemática, Van Dalen, sugiere tener en cuenta los siguientes aspectos, los cuales se acompañan de un gráfico ilustrativo. 

1Reunir los hechos en relación con el problema.

2. Determinar la importancia de los hechos.

3. Identificarlas posibles relaciones existentes entre los hechos que pudieran indicar la causa de la dificultad.

4. Proponer explicaciones de la causa de la dificultad y determinar su importancia para el problema.

5. Encontrar, entre las explicaciones, aquellas relaciones que permitan adquirir una visión más amplia de la solución del problema.

6. Hallar relaciones entre hechos y explicaciones.

7. Analizar los supuestos en que se apoyan los elementos identificados.




Elementos del problema

Son elementos aquellas características de la situación problemática imprescindibles para el enunciado del problema, es decir, sumados los elementos del problema se tiene como resultado la estructura de la descripción del problema.

Para poder abarcar la búsqueda de una solución a un problema, el investigador debe precisar la naturaleza y las dimensiones del mismo. Para ello, se requiere reunir datos que se puedan relacionar con el problema y posibles soluciones del mismo.

Para que la lista obtenida de los elementos del problema adquiera verdadero significado, el investigador procurará hallar las relaciones que existen entre los hechos, por una parte, y entre las explicaciones, por otra, y tratará de relacionar aquéllos con éstas.

Después de enumerar los elementos que considere más importantes y de procurar hallar las relaciones existentes entre ellos, el investigador buscará datos que le permitan confirmar sus hallazgos, verificar la exactitud de sus conclusiones con respecto a la naturaleza del problema y determinar si no existen otros hechos, explicaciones y relaciones.

Luego de incorporar nuevos datos a la lista de elementos y eliminar los que considera carentes de importancia, el investigador realizará un examen de los supuestos en que se basan los hechos, explicaciones y relaciones halladas.



FORMULACIÓN DEL PROBLEMA


Una vez hecha la descripción de las circunstancias en la cual aparece la dificultad que da origen al problema, viene la parte final, es decir, la elaboración o formulación del problema, la cual consiste en la estructuración de toda la investigación en su conjunto, de tal modo que cada una de las piezas resulte parte de un todo y que ese todo forme un cuerpo lógico de investigación.

La primera etapa en la formulación de la investigación es reducir el problema a términos concretos y explícitos. A pesar de que la selección de un tema de investigación haya sido determinada por consideraciones ajenas a las científicas, la formulación del mismo en forma de problema de investigación es el primer peldaño a subir en la investigación científica, luego debe estar influenciado por las condiciones del procedimiento científico.

La primera fase de la formulación es el descubrimiento de un problema necesitado de solución. El asunto elegido para la investigación es frecuentemente de tal envergadura que no pueden ser investigados simultáneamente todos los aspectos del problema. La tarea debe reducirse de manera que pueda ser abarcada en un solo estudio o dividida en cierto número de subcuestiones que puedan ser llevadas a cabo en estudios separados.

Reduciendo el problema a términos que pueden ser abordados en un solo estudio se procede a las fases de la investigación.14

En la elaboración y formulación del problema, la definición es el primer paso más importante. La definición hay que realizarla sobre cada uno de los elementos que se han identificado en el problema.

Definir un problema es declarar en forma clara y concreta sus diversos elementos, de tal manera que queden bien precisados al igual que sus relaciones mutuas. Es decir, debe contemplar tanto el problema como los elementos conectados con él. Al definir el problema hacemos posible que otros puedan entender lo que pretendemos o tratamos de conseguir con la investigación.

Definir un problema significa especificarlo en detalle y con precisión. Cada cuestión y aspecto subordinado que deban responderse han de ser delimitados. Deben determinarse los límites de la investigación. Con frecuencia es necesario revisar estudios con objeto de determinar con exactitud lo que se ha de hacer. A veces es necesario formular el punto de vista o teoría educativa sobre la cual ha de basarse la investigación.

Una vez definido el problema, se hace necesario formularlo y redactarlos con el fin de contar a lo largo de la investigación con los elementos precisos y claramente detallados de los diversos aspectos de la definición. Al formular el problema se hace la presentación oracional del mismo, lo cual constituye una síntesis del problema.

El problema se formula con base en las necesidades descritas y su relación con los elementos que se han detectado y tanto elementos como hipótesis tienen que ser compatibles entre sí en relación con la investigación.

Arias Galicia nos dice: "Cuando un problema está bien formulado se tiene ganada la mitad del camino hacia su solución"; en la formulación del problema debe considerarse tanto el problema como todos los demás datos conectados con él. Para ello es necesario tener presente todos los elementos del mismo.

Se selecciona una serie de datos que estén íntimamente ligados al problema, basando la selección en un marco teórico, es decir, aceptable con los demás datos. Si no existe un encadenamiento conceptual entre varios componentes, no será posible encontrar un significado a la investigación.

Siempre que se enuncia la formulación del problema, debe hacerse en forma breve y debe incluir en forma nítida el punto de conflicto o problema en el que va a centrar la atención y la relación con la situación de dificultad. 

La formulación de un problema de investigación consiste en expresarlo con términos claros y precisos. Esta formulación debe presentar el objetivo fundamental de estudio en sus dimensiones exactas, mediante una exposición formalmente explícita, indicando por medio de ella qué información debe obtener el investigador para resolver el problema. Es preciso tener en cuenta que esta información surge del análisis previo del problema y, en consecuencia, debe contener los elementos que éste ha proporcionado, a saber:

1. Variables o aspectos principales que intervienen.

2. Relaciones entre ellos.

3. Cuáles argumentos (teorías) justifican esas relaciones.

Además de los elementos anteriores se acostumbra, al enunciar un problema, agregar consideraciones sobre (a) los antecedentes del estudio, y (b) la definición de los términos principales.

El enunciado por medio del cual se plantea inicialmente un problema puede expresarse de dos maneras: una, reviste la forma de una pregunta; la otra, consiste en una exposición o descripción. En ambos casos se debe indicar con claridad y de manera suficiente qué información básica requiere el investigador para resolver el problema. La forma interrogativa es más simple y directa que la forma descriptiva y se considera muy indicada cuando el problema no requiere de un amplio y complejo enunciado.


EJEMPLOS DE ENUNCIADOS DE PROBLEMAS:

FORMA DESCRIPTIVA. Desconocimiento del grado de adaptación a la hospitalización de los niños que reciben instrucciones previas acerca del dolor, en comparación con aquellos que no reciben dichas instrucciones.

FORMA INTERROGATIVA. ¿Los niños que reciben instrucciones previas acerca del dolor, manifiestan un ajuste mayor a la hospitalización que aquellos que no las reciben?

Es preciso que la formulación de un problema contenga definiciones adecuadas de los conceptos. Dos razones principales para ello:

1. Las definiciones claras y adecuadas contribuyen de modo preciso a aclarar el fenómeno bajo estudio.

2. Esas definiciones facilitan la comunicación entre los científicos y evitan confusiones en lo que se quiere expresar.

De lo anteriormente expuesto podemos concluir, en términos de resumen, que una vez identificado y analizado el problema en sus componentes principales, debemos estar en condiciones de formularlo en forma de pregunta o en forma descriptiva, pero siempre teniendo en cuenta que el enunciado debe presentar el objetivo fundamental del estudio en forma explícita y en sus dimensiones exactas. A este fin contribuye decididamente la definición exacta de los términos.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Cuando se ha seleccionado el tema de investigación y se ha formulado el problema, debe procederse a formular los objetivos de la investigación, que deben estar armonizados con los del investigador y los de la investigación.

El objetivo de la investigación es el enunciado claro y preciso de los propósitos por los cuales se lleva a cabo la investigación. El objetivo del investigador es llegar a tomar decisiones y a desarrollar una teoría que le permita generalizar y resolver en la misma forma problemas semejantes en el futuro. Todo trabajo de investigación es evaluado por el logro de los objetivos de la investigación. Los objetivos deben haber sido previamente formulados y seleccionados al comienzo de la investigación.

La evaluación de la investigación se realiza con base en los objetivos propuestos y puede ser sumativa, es decir, progresiva; esto lleva a clasificar los distintos niveles de resultados que se quieren lograr en la investigación. Si la investigación es planeada científicamente, debe tener validez en cada una de sus etapas en razón de objetivos, y el logro de éstos en cada etapa es lo que permite pasar a la siguiente.

Al final de la investigación, los objetivos han de ser identificables con los resultados; es decir, toda la investigación deberá estar respondiendo a los objetivos propuestos.

Los objetivos son fundamentales en la investigación, ya que sin ellos es imposible decidir sobre los medios de realización de la misma.

Desde el planteamiento del problema, se comienza a dar respuesta al objetivo propuesto. El objetivo de una investigación es lo que se ha de demostrar a partir de un problema o de la hipótesis propuesta, lo cual nos permite formular objetivos generales y específicos.

Selltiz, nos dice que el objetivo de la investigación es descubrir respuestas a determinados interrogantes a través de la aplicación de procedimientos científicos. Estos procedimientos han sido desarrollados con el objetivo de aumentar el grado de certeza de que la información reunida será de interés para la interrogante que se estudia y que, además, reúne las condiciones de realidad y objetividad.

Objetivo general

Consiste en enunciar lo que se desea conocer, lo que se desea buscar y lo que se pretende realizar en la investigación; es decir, el enunciado claro y preciso de las metas que se persiguen en la investigación a realizar. Para el logro del objetivo general nos apoyamos en la formulación de objetivos específicos.

Objetivo general = Resultados

Es conveniente tener en cuenta que detrás de cada objetivo general debe haber un problema al cual trata de presentarse alternativas de solución a partir de su enunciado.

Este problema muchas veces se encuentra en forma tácita, en algunos casos se presenta de forma explícita, y es de corte similar al enunciado del objetivo general

Un objetivo general puede enunciar varios resultados a lograr, 10 importante es que su enunciado pueda ser diferenciado dentro del contexto total del enunciado del objetivo general.

Pueden también formularse varios objetivos generales presentando cada uno de ellos un resultado a lograr, teniendo la precaución de no olvidar el tratamiento de alguno de ellos, lo cual no ocurre cuando se involucran varios resultados en un enunciado de objetivo general

Es importante tener en cuenta que para cada resultado hay que plantear una gama de objetivos específicos que aseguren su logro. El número de objetivos, como el de resultados enunciados en cada objetivo general, es de libertad del investigador de acuerdo a sus necesidades de investigación, sólo es necesario no olvidar el tratamiento de ninguno de ellos.

Objetivos específicos

Los objetivos generales dan origen a objetivos específicos que son los que identifican las acciones que el investigador va a realizar para ir logrando dichos objetivos. Los objetivos específicos se van realizando en cada una de las etapas de la investigación. Estos objetivos deben ser evaluados en cada paso para conocer los distintos niveles de resultados.

La suma de los objetivos específicos es igual al objetivo general y, por tanto, a los resultados esperados de la investigación.

Conviene anotar que son los objetivos específicos los que se investigan y no el objetivo general, ya que éste se logra como resultado.

En el objetivo general, el número de objetivos específicos depende de las acciones necesarias a realizar para el logro de un objetivo general, y conviene no olvidar que para cada resultado enunciado en el objetivo general hay que establecer una gama de objetivos específicos que me permita su logro. Más que el número de ellos, interesa interrogarnos si con esos enunciados de actividades puedo obtener el logro enunciado y así con cada uno de los resultados formulados en el objetivo general.

Objetivos metodológicos

Existen, además, objetivos metodológicos, los cuales nos ayudan a lograr los objetivos propuestos. El objetivo metodológico nos ayuda en el logro operacional de la investigación, indicando las estrategias de cómo lograr los objetivos específicos.

Este objetivo es necesario tenerlo en cuenta en el proceso investigativo de los objetivos específicos, pero no se acostumbra a realizar un enunciado formal de los mismos ya que en el manejo metodológico del proceso, luego del marco teórico se indicará la estructura metodológica de la investigación.

Cómo formular objetivos

Un objetivo bien formulado es aquel que logra comunicar lo que intenta realizar el investigador; es decir, lo que pretende hacer y obtener como resultado. El mejor enunciado de un objetivo excluye el mayor número de interpretaciones posibles del propósito a lograr.

De acuerdo a la complejidad de la investigación se determinará el número de objetivos generados y sus correspondientes logros. Cuando la investigación se realiza por etapas no se deben englobar todos los objetivos de la investigación en un solo enunciado, pues conviene en este caso enunciar un objetivo general para cada etapa; en el caso contrario (no por etapas), es recomendable un solo enunciado general que contemple varios resultados.

Para una buena formulación de objetivos conviene redactar todos los posibles enunciados que se tengan en mente, lo cual nos ayuda a pulir el o los objetivos hasta lograr el enunciado que responda a nuestro propósito.

El enunciado de un objetivo consta de un conjunto de palabras, las cuales permiten varias combinaciones y hacen posible el logro de la expresión de un propósito determinado. En la combinación de palabras o símbolos es necesario tener cuidado, pues se puede correr el riesgo de indicar con palabras una cosa diferente a lo que queremos expresar. Por tal razón, el enunciado oracional del objetivo debe responder a lo que el investigador tiene en mente como fin de la investigación.


Es necesario insistir en lo que se busca con un objetivo es la comunicación exacta de lo que se tiene en mente; por ello, el mejor enunciado es aquel que excluye el mayor número de interpretaciones posibles. En la redacción de objetivos se requiere tomar en consideración que hay palabras o símbolos, con muchas interpretaciones, e igualmente los hay que admiten pocas interpretaciones; por ello, se debe seleccionar la palabra o el verbo que más convenga a su sentido de exactitud respecto a lo que se piensa. Otra característica importante en la declaración de un objetivo es que éste debe identificar el tipo de resultados concretos que se pretende lograr. Además, los objetivos deben señalar acciones relacionadas con las observaciones y descripciones de situaciones que el investigador esté en capacidad de realizar y que no se salgan de sus posibilidades reales.


*Después de leer el articulo responde las siguientes preguntas, podrás opinar las veces que consideres necesaria argumentando tu respuesta (fecha limite septiembre 14)


1. ¿Qué es un planteamiento del Problema?

2. ¿Cómo surge un problema?

3. ¿Cuáles son los elementos de un problema?

4. ¿Cómo se describe un problema?

5. ¿En qué consiste la formulación de un problema?

6. ¿Qué elementos se toman en cuenta para la formulación de un problema?

7. ¿En qué consiste los objetivos de la investigación?

8. ¿Qué elementos se toman en cuenta para la elaboración de los objetivos?

9. ¿En qué consiste los objetivos generales?

10. ¿En qué consisten los objetivos específicos?

11. Elabora un árbol de problema teniendo en cuenta la problemática que deseas investigar lo expones enviando un vídeo